Discriminación en la oficina: machismo, legislación y conciencia de género.

Hoy estoy muy contenta: la Iniciativa Venezolana contra la Discriminación apareció en la edición del mes de septiembre de la revista Sexo Sentido, en esta oportunidad, comentando el caso de la discriminación en el ambiente laboral venezolano.

Aprovecho este espacio para escribirles mis apreciaciones en torno a este tema.

1.- Machismo latino en la oficina

Lamentablemente, el machismo está muy arraigado en Latinoamérica, y se evidencia en cada país de manera diferente, porque responde a los paradigmas culturales de cada sociedad. 

En los ambientes laborales, el machismo ya trascendió la etapa de considerar que las mujeres no deben trabajar. Definitivamente, cada vez son más las mujeres con niveles altos de participación en espacios laborales que eran históricamente considerados como “masculinos”. Si bien esto es cierto, según datos de la OIT hay más mujeres trabajando, pero en los rangos más bajos, a mayor escala se contabiliza un menor número de mujeres. Las mujeres prácticamente no ocupan cargos gerenciales en las grandes empresas latinoamericanas.

Una vez estuve unos meses trabajando en una organización que no contaba con mujeres, yo era la única (aparte de la recepcionista y la "sub-directora" -sin comentarios-) y el jefe era muy machista, me llamaba sólo para que le ayudara con el café, le forrara regalitos, acomodara tarjetas, etc., ¡me estaba oxidando! Encontré que la mejor manera de confrontar esta situación era dejarle saber mi valor como profesional, desempeñándome a mi 100% dentro de la organización. De todas formas el tipo nunca lo apreció y yo terminé renunciando…. 

SIN EMBARGO, aprendí una cosa: suena a cliché, pero para que una organización crezca es necesario el trabajo en equipo y las mujeres lo facilitamos. Digo que lo facilitamos porque ayudamos a que los hombres se dejen de esa conducta de “machitos” y pidan ayuda o consejos cuando lo necesitan, las mujeres abrimos ese espacio para ellos. 

Creo que el mejor modo de eliminar el machismo en su ambiente laboral, es tomar conciencia de género y trabajar en función de lograr la paridad política y social de género, es cuestión de formación.

2. Legislación venezolana

Venezuela es un país firmante de la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, por lo tanto, en materia laboral, el Estado está comprometido a garantizar el respeto a los derechos laborales de la mujer: iguales oportunidades de empleo y remuneración, salvaguarda de su salud, especialmente durante el período de embarazo, otorgamiento de licencias de maternidad, etc…

La "famosa" nueva  LOTTT comprende un articulado que protege plenamente a la familia y las madres venezolanas, de hecho, tiene título completo para abarcar este tema, en el cual se desarrollan los beneficios para las mujeres trabajadoras en tanto son madres de familia. Mucho se han comentado la extensión de los permisos pre y post natales y la inamovilidad laboral de las madres durante el primer año del niño.

Sí, a primera vista esto es buenísimo, porque significa una ampliación de los derechos laborales de las mujeres, pero es importante destacar que estos artículos protegen a aquellas que ya cuentan con un empleo, no incentiva la contratación de más mujeres. 

En Venezuela la aplicación de esta ley puede ser un motivo de discriminación. En un país que tiene una economía estancada, cuyas empresas están experimentando bajas importantes en sus niveles de producción, resulta muy costoso para una empresa (incluso para el Estado) contratar a una mujer que en algún momento de su vida productiva necesitaría al menos un año de permiso. La LOTTT no beneficia a las mujeres que actualmente están desempleadas o no cuentan con un empleo estable (fijo).

3. Tomar conciencia

Las leyes son importantes, pero no podemos recargar en ellas la responsabilidad de eliminar la discriminación en nuestro país. Las leyes no cambian paradigmas, los cambia la educación, por eso, desde la Iniciativa Venezolana contra la Discriminación fomentamos la formación a temprana edad como medida principal para luchar contra el machismo. Nosotros creemos y mantenemos que con una formación temprana, desde el colegio, desde la casa, desde todos los espacios de desarrollo vital del niño podemos acabar con el machismo o con cualquier forma de discriminación que pretenda poner a un grupo humano por debajo de otro. 

Es hora de que despertemos y luchemos contra los estereotipos, contra los prejuicios, contra todo aquello que contribuya al menosprecio e irrespeto de los derechos de aquellos a quienes consideramos diferentes.